Proyectos – los buenos por qué de mi desaparición

Hará mañana un mes que no publico absolutamente nada en el web-blog, y es que he estado muy ocupado.

Para empezar me he graduado, ya soy maestro de inglés, cosa que agradezco mucho. Han sido cuatro años muy largos y muy duros – pero ahí estoy, un maestro más sin poder ejercer.

Sin embargo, aunque el mundo de la escolarización no parezca aparecer en mucho tiempo en mi vida (ni yo atendiendo ni ejerciendo como docente), no significa que no pueda seguir utilizando mi profesión como medio educativo además de entretenimiento… Y es que ahora mismo estoy desaparecido por haberme embarcado en cuatro proyectos bien diferentes:

  • El spot cinematográfico: desde hace un mes que ando liado colaborando con la ONG STOP Accidentes en un nuevo spot de prevención de fatalidades en las carreteras. Mi objetivo es tratar de causar el mayor impacto posible en un tipo de anuncio hacia los que, desgraciadamente, la sociedad siente ya empatía cero. ¿Cómo podrán los chicos de VisionFES y STOP Accidentes cambiar este hecho? Ya lo veréis – y en cines -, pues estamos bastante convencidos de que podemos influir un pequeño gran cambio en la sociedad con este proyecto.
  • El guión de espectáculo radiofónico: me enorgullece anunciar que a partir de ahora formo parte del equipo de guionistas bajo las órdenes de Nacho López Echeverría, Cheve: canta-autor, actor de doblaje y creador del programa radiofónico en vivo La última emisora, que lo petará en Madrid. Me uno al mismo Cheve y a otros grandes guionistas en la composición de los nuevos programas – podéis engancharos y escuchar el Piloto aquí.
  • La novela gráfica: dando vueltas de mi cabeza a un cajón, de un cajón a un dossier como proyecto de cortometraje, y de proyecto audiovisual a novela gráfica por fin estoy en la labor de dar vida a mi primera novela gráfica de fantasía C A V I T Y – el primero de tres ensayos sobre la vida desde tres puntos de vista muy, muy diferentes. Para poder hacer tangible a esta idea uno fuerzas con el fantástico ilustrados Oriol Tuca, cuyo trazo digno del Moon Knight de Sienkiewicz podría dar vida fácilmente a cualquier cuento parido por Neil Gaiman… He aquí su blog – ¡espero estar a la altura!
  • El cuento educativo: finalmente, uno fuerzas con el maestro e ilustrador infantil Jere Oner para la elaboración de una serie de cuentos infantiles educativos con la intención de integrar la lengua extranjera (inglés) con el entretenimiento infantil. Podéis visitar su blog aquí, y pronto tendréis más noticias.

Todos estos proyectos, o la mayoría al menos, bajo la firma Vision Factory – mi empresa de medios y entretenimiento multi-plataforma. Dentro de la misma sigo colaborando en todo aquello que se necesite de mí, desde echar una mano construyendo un Iron Man 1/1 a participar como actor en algún que otro metraje.

Aunque este verano estaré algo out, escribiendo y buscando cómo encauzar bien todos estos proyectos, seguiré con las reseñas de todo aquello que necesite reseñarse. Espero poder trabajar una reflexión acerca de Inside Out y de MARVEL’S Ant-Man las próximas semanas, y de empezar una nueva sección con reseñas vintage titulada ENCARECIDAMENTE, donde encarecidamente recomiende pelis y series que me gustan.

Así que ya sabéis, no os abandono: os quiero más que nunca y sigo trabajando para educar, inspirar y entretener.

Sergi

«The End.» – acerca de Sir Terry Pratchett

Dicen que la vida pasa rápidamente ante tus ojos justo antes de que mueras. Es cierto, se llama vida.

Sir Terry Pratchett

Voy a ser rápido, es difícil encontrar palabras ahora mismo.

Hoy soy quien soy y hago lo que hago gracias a Sir Terry Pratchett. Acaba de dejar este mundo una de las personas a las que más admiro, y mientras sus obras me han hecho siempre llorar de la risa, hoy lloro porque su genialidad se ha ido.

El legado que nos ha dejado es vasto. Deja huérfanos a todos los hijos del Mundodisco que nosotros, fieles lectores, re-adoptaremos cada vez que abramos uno de sus libros. Realmente ha dejado un vacío en mi corazón.

Pratchett me enseñó a reír, de qué reír y cómo. Una vez me echaron de clase por reír en voz alt leyendo The Colour of Magic… Me enseñó a reflexionar, a analizar y a escribir. Me enseñó a contar historias reales, que cualquier persona puede ser un héroe y que las heroicidades se encuentran en lo mundano e incluso que se hacen sin querer.

Me enseñó quién soy. Y lo agradezco tanto…

Os transcribo sus últimos tres tuits, aquellos que me han animado y destrozado el corazón. El final de su obra:

– AL FIN, SIR TERRY, HEMOS DE CONTINUAR JUNTOS.

Terry tomó del brazo a la Muerte y le siguió a través de las puertas y hacia el negro desierto bajo la noche eterna.

Fin.

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Adiós y gracias.

Sergi

… and he lived long and prosper – acerca de Nimoy y los sueños

Hoy es día de luto aquí y más allá en las estrellas: Leonard Nimoy nos dejó ayer con 83 años de edad.

En redes sociales y medios de comunicación los familiares, fans, amigos, y compañeros de trabajo se despiden de él. Su encarnación como Mr. Spock en el Star Trek de Rodenberry marcó un antes y un después en la historia de la televisión, así como en la concepción de personajes humanoides. Su saludo vulcano será siempre sinónimo de una vida larga y próspera, como la suya fue.

Sin embargo no son los fotomontajes compartidos, ni los selfies saludando, ni las comparticiones de sus momentos estelares en The Simpsons y largos de Star Trek o su balada a Bilbo Bolsón lo que me ha llamado la atención, sino un tuit. Un tuit de la NASA que resume exactamente lo que Nimoy dejó de herencia.

En este tuit, la NASA corrobora mi speech del pasado sábado en Madrid, y es que la ciencia-ficción nos hace soñar y cumplir nuestros sueños, alcanzar las estrellas. Muchos de los miembros actuales de la NASA están allí porque creyeron que era posible alcanzar la última frontera. Muchos de los descubrimientos y avances tecnológicos se han conseguido porque en algún momento el Sr. Spock le paró los pies al Capitán Kirk, haciéndole ver lo mejor de él y lo mejor de nosotros mismos.

Nimoy hizo de Spock un maestro y mentor como Oz hizo de Yoda. Qué gran honor para Quinto.

Entristece ver que un hombre que creía en la humanidad, en la sociedad, en la bondad y el descubrimiento por encima de todo se ha ido. Pero hemos tenido la suerte de que ha estado ahí. Y es que, he aquí su última aportación, su último consejo antes de desvanecerse:

«La vida es como un jardín. Se pueden tener momentos perfectos, pero no preservarlos, excepto en la memoria. Tened una larga y próspera vida.»

Leonard Nimoy

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Gracias, Sr. Spock. Eso es todo.

Sergi, LLAP

Let’s not forget one line of this – Especial Día de los enamorados

Hace unos cuatro o cinco años comencé un blog personal. Uno como este, en blogspot era también, pero su meta era muy diferente a la del que escribo ahora mismo.

Hay que tener en cuenta también que este blog lo escribe otra persona muy diferente a la que entonces era. ¿Cómo es eso? Bueno, aquellos familiarizados con la serie Doctor Who lo entenderán.

Es un principio muy básico: cada día nos ocurren cosas que nos hacen cambiar. La causa del cambio puede ser algo que leemos, algo que vemos, algo que nos dicen, algo que nos ocurre; gente que viene, gente que va; objetos que encontramos, objetos que perdemos… El caso es que este cambio, para aquellos que nos rodean, no es algo que se perciba al momento – simplemente nos vamos desarrollando sutilmente hasta convertirnos en alguien nuevo. Sin embargo, para aquellos que no nos ven durante una temporada, el cambio es mucho más radical, y son aquellos que nos lo dicen a la cara.

«Has cambiado», o «ya no eres el mismo/a», son frases casi tan dolorosas como el «tenemos que hablar» o el «¿chocolate? Ya no queda». Porque aunque somos conscientes de este cambio, y muchas veces incluso nos emociona, no nos gusta que se nos eche en cara. Probablemente por miedo. ¿Miedo? Sí, claro: nos horroriza que nuestra vida cambie, sobre todo si estamos bien en el momento.

Siempre he sido muy consciente de este hecho, últimamente más. La serie Doctor Who exterioriza este cambio literalmente al cambiar al actor protagonista cada vez que el personaje muere y se regenera: mismo ser, diferente persona. Hoy, a raíz de esta serie, me he reencontrado con este planteamiento a través de una actriz, una amiga. Hablábamos de un amigo en común, de que había cambiado y que, quizá, era para mal, y que este hecho la había alejado de él. Bueno, es posible.

Lo que me lleva al siguiente punto: las rupturas en las relaciones. Pero no os preocupéis: vengo a daros un punto de vista positivo y romántico de ello. Porque…

Hemos dicho que la gente cambia. Siempre. Cada día, a cada hora. El cambio nos puede afectar de forma negativa, y por lo tanto la persona que ayer fuiste se convierte en otra persona a la que eres hoy. Y en una relación ese es un problema porque tu pareja se enamoró de ti como eras el día que os enamorasteis y, de hecho, tu pareja tampoco era igual entonces. Por lo tanto – vamos a simplificar las cosas – cuando comienza cualquier tipo de relación son dos personas las que la inician y, si un día se acaba, son otras dos diferentes (en mayor o menos cantidad) las que la acaban.

– Pero, oiga señor -diréis-, eso es bastante deprimente, ¿no?

Para nada. De hecho es algo mucho más hermoso de lo que os imagináis. Porque esto significa que cuando alguien te prometió amor eterno, que te amaría hasta el final, siempre cumplió. Hasta el final. Hasta que la persona que te lo prometió dejó de ser y se regeneró en una nueva.

Este hecho demuestra dos cosas: la primera que, desde un punto de vista muy romántico, casi onírico, el amor dura para siempre, así como las parejas, y que nunca rompiste con la persona con la que estuviste, sino que os amasteis hasta el final. Y, segundo, que aquellas relaciones verdaderas, las que merecen ser contadas, son las de aquellas personas que consiguen amar a todas las personas que seas hasta el fin de tus días, pase lo que pase. Esa es, probablemente, tu media naranja.

Claro, todos somos diferentes, y la gran mayoría de lectores ahí fuera creerá que esta reflexión es pura demagogia, una simple manera de auto-complacerse y engañarse porque las cosas no son así, la vida no es tan perfecta. Bueno, la vida es como es. Y eso ya es perfección por sí mismo, pero ya hablaremos de ello otro día. El caso es que, después de pensarlo mucho, me he dado cuenta de que realmente las personas funcionamos así, y me apetecía compartir mi punto de vista. ¿No es fantástico?

Podría extenderme más, como por ejemplo diciendo por qué no es malo cambiar y qué supone un cambio en la persona o cómo no cambiar pese al cambio (creedme, tiene sentido, solo que es tarde). En tal caso, me despido por hoy-

hasta que tenga algo más que compartir.

Sergi

P.S: Firma, claro, un Sergi diferente al que ha empezado a escribir. Se capta, ¿no?

‘Un mensaje de energía, alegría y esperanza ‘ o ‘Por qué me he rapado el pelo’

Hoy me he rapado al cero.

Por muchas razones, demasiadas. Esta mañana tenía una melena digna del Valhalla, y ahora podría protagonizar la nueva adaptación de Avatar: The Last Airbender. Seguro que lo haría mejor que en la versión de Shyamalan.

Una de las razones por las que me haya dejado al cero es, precisamente, para sentirme en cero.

Nuestra mente asocia acontecimientos importantes de nuestra vida por cómo nos vemos al mirarnos en el espejo: una persona concreta, con un estilo de cabello (o bello facial) concreto. Esta imagen queda vinculada a la memoria de todo aquello bueno y malo que vivamos, y por lo tanto volvernos a mirar al espejo nos hará añorar, sonreír o llorar.

Por desgracia este hecho se aprecia más cuando vivimos momentos más duros. Es lo que hay. Pero lo que también hay es que un buen corte de pelo que se lleve de tu lado aquella pelambrera que te acompañó durante ese mal trago te ayudará a superarlo.

No es que haya decidido volverme un huevo por superar un mal trago, sino más bien para hacer un punto y aparte en mi vida.

El pasado año y medio ha sido de locos: he pasado de subir vídeos a YouTube a formar parte de una familia de cine. El nacimiento de la productora VisionFES ha supuesto el cambio más grande jamás acontecido en mi vida, ya que en cuestión de meses todas mis relaciones han cambiado. Con todo el mundo. Y eso a veces es triste.

Todas las cosas buenas en la vida van acompañadas de algunas malas… pero como decía el maestro Kenobi “todo depende de cierto punto de vista”.

Todos y cada uno de nosotros vivimos la vida que aceptamos vivir. Pero ojo, aceptar no significa conformarse. Aceptar significa apreciar todo aquello que la conforma y vivir en pos de una felicidad más plena – ya que esa es la verdadera dicha, la búsqueda de la felicidad.

Dedicar la vida al trabajo es duro. Sobre todo cuando te das cuenta de que dejas de lado todo y a todos aquellos a los que quieres, casi porque te ves obligado a escoger. Sin embargo, José A., un buen amigo y mentor, me tomó un día y me dijo: “no te das cuenta, pero mientras andas preocupado porque no puedes ver aquellos que quieres, esa gente está feliz por ver que consigues todo lo que te propones”.

Y es verdad. Pero este es un cuento que nos podemos aplicar a todos. Otra forma de tratar esta reflexión podría ser a través de una frase que usaba una buena amiga en su estado de Messenger (qué tiempos aquellos): si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.

Porque si nos lamentamos y ofuscamos por las nimiedades y problemas que nos traiga el día a día, jamás podremos apreciar nuestro esfuerzo ni aquello que nos rodea. Es muy, muy importante apreciar todo lo que tienes y lo que haces. Si eres feliz contigo mismo, y te aprecias y aprecias tu vida sobre todo lo demás, no habrá nada ni nadie que te pueda hacer daño.

El caso es que – y pronto acabo – para poder quererte necesitas darte un capricho de vez en cuando. Arriesgarte (aceptando las consecuencias, claro). Probar y experimentar. Raparte al cero.

¿Y de qué me ha servido? Pues aparte de para sentirme realizado, feliz y orgulloso de mí mismo, y de tener la oportunidad de poder disfrazarme este carnaval del Doctor Maligno, o el Doctor Manhattan, o del Profesor X, o de Don Limpio, he redescubierto lo importante y la suerte que tengo de estar vivo y vivir esta vida porque –

bajo aquella capa de pelo, oculta durante veintiún años, ha aparecido una cicatriz en forma de patata. La cicatriz de la máquina que me mantuvo vivo nada más nacer. La cicatriz que demuestra que se puede superar todo en esta vida.

Harry tiene su rayo. Yo tengo mi patata.

Sergi

Pardon, monsieur – crónica y reflexión en París

El pasado miércoles 21 de enero, VisionFES tuvo el honor de ser invitada al estreno en la UNESCO del documental Jusqu’au Dernier: La destruction des juifs d’Europe, conmemorando el setenta y cinco aniversario de la liberación de los presos judíos del yugo antisemita del no-tan-poderoso Tercer Reich. Así pues, mi compañero y amigo productor Marc Martí y yo nos dirigimos en un viaje exprés a París en representación de nuestra joven productora.

Hacía catorce años que no pisaba suelo francés (suerte de la capacidad de traducción de Marc, si no me habría quedado en el aeropuerto), por lo tanto no recordaba absolutamente nada. Las calles parisinas son limpias y la gente amable, los edificios cada uno más hermoso que el anterior, todos ellos contando un párrafo de un episodio de la historia de la ciudad… Y todo muy caro. Mucho.

Aprovechamos que debíamos cruzar el centro a pie para echarle un vistazo rápido a los monumentos más emblemáticos: la catedral de Notrê Dame, la fachada y pirámides del Louvre, la Torre Eiffel… y nos desviamos gratamente para acercarnos a las altamente protegidas oficinas de la revista Charlie Hebdo, donde dejamos en nombre de todo el equipo un lápiz roto, uno más entre los centenares que homenajean a los dibujantes y policías caídos junto a caricaturas, flores y mensajes de apoyo y defensa a la libertad de expresión.

Homenajes a las afueras de Charlie Hebdo, París.

Los homenajes a los caídos por la libertad de expresión a las afueras de las oficinas de Charlie Hebdo.

El estreno del documental fue espléndido: la narración de ambos episodios mostrados (el primero y el último) presentaban un trabajo de investigación exquisito, con una recopilación de tétricas e imponentes imágenes (tanto en blanco y negro como a color) de la Guerra y la liberación de Aushwitz – todo acompañado con una impecable banda sonora. Tuvimos tras la presentación la oportunidad también de intercambiar unas palabras con el oscarizado Paul Rozenberg, productor de la serie documental.

Y de este viaje, acabada aquí la crónica, extraigo diferentes reflexiones:

1.- Los zapatos de traje no sirven para caminar, y el traje mismo no abriga si uno está bajo cero. Aun el viaje siendo express como lo fue este, se ha de preparar todo mejor.

2.- Los bocadillos en Francia solo se abren de un costado. Nos llevan siglos de ventaja culinaria.

3.- La vida profesional que hemos escogido, aunque plena una vez visto el fruto del trabajo, es muy, muy dura. Un viaje de un día a París por motivos de trabajo no es para nada aquello que uno escogería – claramente ha valido la pena, y se han conseguido todos los propósitos que se tenían en mente, pero a diferencia de lo que muchos podrían opinar no es ni de lejos un viaje de placer.

Hay trabajos que te mueven: un ejecutivo de una empresa nacional puede verse hoy en Barcelona, mañana en Madrid y pasado en Granada; y un cantante de fama mundial puede estar hoy en Londres y mañana en Los Ángeles. Aún hay gente que envidia a aquellos que viajan por trabajo, sin darse cuenta de que su profesión es tan dura como la del oficinista o panadero. Y es que como en casa no se está en ningún sitio, y cuando se ve mundo se debería ir para vivirlo, no para observarlo desde el avión, coche o tren.

En resumen, adoro el hecho de tener un trabajo que me haga moverme de vez en cuando (este mes que viene me acerco a Madrid, y al siguiente al sur del país, ya iré contando), y adoro la experiencia que me ha hecho empatizar con aquellos que se ven obligados a viajar más a menudo. Me hace apreciar mucho más las cosas.

Espero que esta reflexión os haya servido para algo. Si no, siempre nos quedará París.

Sergi