Felicidades – tres años imperfectos

 Seré breve. Creo que felicitar a alguien, por lo que sea, es de las cosas más difíciles del mundo.

Felicitar por un aniversario, lo es más.

Dejando de lado los gestos de cortesía, los mensajes predeterminados y los gifs en redes sociales, es tremendamente complicado felicitar a alguien que te importa por su cumpleaños.

Y es que, aunque sea levemente, pasa la duda por la cabeza de, ¿realmente entenderá lo que quiero decir? ¿Cómo puedo asegurarme de que sepa que, si le felicito, es porque realmente siento algo por esta persona: me alegro de que esté aquí; es realmente importante para mí; y que, si no lo fuera, que por suerte lo es, no me molestaría en intentar poner en palabras las diferentes felicidades de cada tipo que vienen a mí cada vez que llega el día que celebramos que llegó al mundo?

Todo esto es muy complicado de expresar con palabras. Y, si escrito queda raro, imaginad en voz alta. Compartir tus sentimientos y no quedar como un guion de Richard Curtis es complicado, da igual los corazones que tengas.

Por eso es más fácil decir “felicidades”. Y así todos nos entendemos.

Hoy toca felicitar muchos, y no a uno. Y es que hoy el mediometraje Doctor Who: El mundo imperfecto cumple tres años de su estreno en el Doctor Who Day de Barcelona. Y no han tardado en recordármelo.

EMI no es sólo un metraje de fans para fans y blah-blah-blah, para muchos es el punto y aparte de una nueva vida. Un trampolín o primer paso interpretativo y profesional. Una experiencia cambia-vidas. La concepción de un sueño –

– porque muchos de nuestros actores empezaron a actuar o cambiaron sus papeles en él, tres meses de rodaje y de aventuras que hicieron danzar sus vidas hasta lugares insospechados;

– otros decidieron que este era el camino profesional (o no) que querían seguir, y sirvió como plataforma de lanzamiento para un futuro entre focos y cámaras;

– y porque meses después haría nacer Vision Factory Entertainment Studios, que todavía hoy con fuerza, pasión, ganas y esperanza sigue contando historias – y nos dio La tragedia de la Dama y el Tiempo, que es, hasta la fecha, mi cuento preferido.

Así que.

felicidades a Jordi, Albert, Álex, Mat y Carles. Felicidades a Claudia, Laura, María, Rebeca y Lucía. Felicidades a Aitor, a Lena y a José.

felicidades a Marc.

felicidades al (cf)3 y a la Asociación Planeta Gallifrey.

felicidades a Jordi y a Óscar.

felicidades a Rubén, a Esther y a Laia.

felicidades a Rach, a Violeta, a  Anna, a Rocío y a María.

felicidades a Jere, a Kike, a Helena, a Laura, a Mireia, a Jenny, a Valdric y a Alba.

Y mil gracias a los demás, que ya sabéis quienes sois. ¡Allons-y y Gerónimo!

Soy el malo aquel de «El laboratorio de Dexter»

Cuando era crío me pasaba horas y horas delante del televisor. Pero horas y horas.

Cuando aún no existía la Televisión Digital Terrestre y los canales eran los que eran (aunque más de lo que solían ser) mis padres contrataron la tele por cable. No sé si os acordáis de Amena, que luego se convirtió en Menta y luego en Ono, y luego no sé en qué evolucionó. El caso es que estaban los que tenían Terra, los que tenían Canal + y yo tenía Ono.

Mi canal predilecto de Ono era Cartoon Network, que tenía todas las series de la factoría junto a las producciones de Hannah-Barbera y la Warner Bros., si no recuerdo mal. Y me gusta recordar bien, de hecho, las series que me tragaba día sí, día también aunque ya me hubiese visto todos los espisodios.

Daban los Looney Toons, Tom & Jerry, Código K.N.D., Ed+Edd+Eddy, Teen Titans, Johnny Bravo, Oveja en la ciudad, Scooby-Doo, Agallas: el perro cobarde, Vaca y Pollo… una locura de series. Una de las que recuerdo con más afecto es El laboratorio de Dexter.

Esta ha tenido un gran impacto en mi vida, y hasta que no he llegado a mi edad adulta no he sabido por qué. Y es por el señor que salía en los créditos: Genndy Tartakovsky.

Tartakovsky fue uno de los artistas, animadores y creadores con más maña de Cartoon Network, actualmente trabaja para Sony Pictures Animation. Suyas son obras maestras como El laboratorio de Dexter, Las Supernenas, Las macabras aventuras de Billy y Mandy (no la obra de ficción de Seymour Skinner Billy y el Clonosaurio), Samurai Jack, Star Wars: Las guerras clon y largometrajes como Hotel Transilvania 1 y 2.

La animación de este hombre, su humor, sus historias, guiones, conceptos han sido (y son) uan gran influencia en mí a la hora de escribir y dirigir. Me encanta que los actores se comporten como si formaran parte de una película de animación, sobre todo en comedia. Hace que el ritmo narrativo visual sea mucho más fluido, conciso y atractivo.

Habían grandes episodios de Dexter: el de omelette du formage, en el que únicamente podía decir eso por intentar estudiar en el último minuto un examen de francés; o el del alumno que vive enganchado en un chicle al fondo del autobús; o personajes como Mandark y el padre de Dexter… Pero había uno…

… había un episodio que me ha venido recientemente a la cabeza gracias a /por culpa de mis ánimos a la hora de trabajar en proyectos propios.

Yo fui un niño vago. Muy vago. No hacía nunca los deberes, no me gustaba estudiar: sólo jugar con mis muñecos de Star Wars, al Banjo-Kazooie de la Nintendo 64 y ver dibujos animados. Nunca acababa las tareas que empezaba.

Pero cuando hablo de tareas no hablo sólo de las que nos ponían en el cole, sino también de mis proyectos personales. Escribía cuentos, construía fortalezas para mis figuras de acción, naves espaciales, armaduras, ordenaba y re-ordenaba mi habitación, coleccionaba cromos y figuras, etcétera.

O comenzaba a hacerlo. Siempre me pasaba igual: de repente tenía una idea visionaria y decía, «buah, colega, lo que haré esta tarde». Pero procrastinaba cuando el término no existía aún, se hacían las tantas de la noche y no conseguía hacer nanai.

A veces me quedaba en el boceto mental de la idea.

¡Y qué queréis, tenía una TV con reproductor de VHS en mi cuarto! Aquello era un no parar de ver pelis y pelis mientras hacía nada… o pretendía jugar con mis figuras de acción (haciendo demasiado caso a la tele perdí la mano de mi Luke Skywalker en la Batallla de Bespin).

El caso es que – este episodio trataba de cómo Dexter se encontraba con un antiguo alumno del colegio al que iba que era un genio pero que nunca acabó sus estudios. Que lo dejaba todo a la mitad. Este tipejo (que no recuerdo su nombre y no he encontrado el título del capítulo) tiene ahora unas cacho máquinas y robot para cargarse a Dexter, pero este vence al tipo fácilmente porque, igual que no acababa los trabajos de peque, no acaba los robots hoy. Vamos, que son una chusta y se desmontan.

Recuerdo ver el episodio con mi padre, un sábado por la mañana en el sofá, desayunando. Y a eso que Dexter vence al tipo este y, claro, me río por lo ingenioso del episodio (habiéndome tragado todos los Python y José Luis Cuerda ya apreciaba bien los guiones), a lo que mi padre me espeta:

– ¿Ves lo que le ha pasa’o? Aplícate el cuento y ponte las pilas.

Duro, pero cierto. Mi padre siempre ha sabido golpear con la verdad como Rocky con sus puños. Y creédme, es un buen símil: mi padre tiene un aire a Stallone. De lejos y con los ojos entrecerrados, pero ahí está.

Bueno, pues como anunciaba en el título: ahora soy el malo aquel de El laboratorio de Dexter. Me paso los días creando y teniendo ideas para novelas, sagas, series, guiones mil… me emociono como un Beagle con una hogaza de pan y luego me siento, me pongo a escribir, y al rato, paso.

¡Cuántas historias habré dejado de contar con esta parida! ¿Por qué me cuesta tanto acabar lo que empiezo? Tengo la respuesta: una vez lo creo, por muy objetivamente bueno que sea, me parece una soberana mierda. Pero soberana sin elecciones. Soberana de «mando porque lo impongo y huelo«. Soberana rollo España/USA.

Hoy le hablaba de esto a la amiga y actriz Marta Beren, y me ha dicho entre sabias lecciones y metáforas de lavandería: valen la pena, vales la pena, no seas vago, escribe.

No me lo ha dicho con esas palabras, pero ese es el mensaje. Y creo que tiene razón.

Me apetecía escribir esta entrada, desahogarme, y lo he hecho. Me ha costado, pero lo he hecho. Y creo que este día es diferente. A partir de hoy,

De guiones terminados y Errejaldes va la cosa – Camino a Sitges. Toma 02

He aquí la segunda entrada de este diario de producción.

Y ha pasado bastante desde la primero, ¡quién iba a decir que el proceso de llevar algo al Festival de cine sería tan tedioso! Y no tedioso porque amargue, tedioso porque no deja amargar.

Veréis, desde la última entrada en la que relaté cómo VisionFES decidió centrarse en la producción de cortometrajes, han pasado muchas cosas: se ha acabado de escribir el guión, cambiado la fecha de estreno, detallado la producción… y de mientras se han desarrollado un par de cortometrajes o tres de forma intermedia y acabado de filmar un spot para cines y redes.

Vamos por partes.

En primer lugar, el PROYECTO BRUXAS ya está guionizado y bautizado. Su título KHAERAWÜD, que en una lengua distante y arcana, Gaezani’tan (La lengua del llano) significa El bosque oscuro. The Dark Forest, en inglés. Que queda más cool.

Los diálogos del guión están siendo desarrollados en Gaezani’tan y Khani’tan, las dos lenguas habladas en el reino. Lo creáis o no, desarrollar la fonética, gramática y vocabulario de una lengua es mucho más divertido. Mi trinchera, por eso, es mi habitación, despacho y cafetería particular.

Durante la primera fase del proyecto, como siempre de mano de, y al lado de todos mis compañeros y equipo, me acompañará codo con codo la ilustradora Aisha Ullah (aquí podéis ver su blog). Nos encargaremos de relatar un prólogo que funcionará como Teaser Trailer del proyecto para más adelante encontrar financiación. Ahora, buscamos estrenarlo en Sitges 2017.

Como explicaba, se ha desarrollado un presupuesto inicial para el cortometraje que excede las expectativas. Conscientes de que no podremos filmarlo en tiempo (el dinero no crece en los árboles, se ve), dedicaremos los próximos meses a rodar pequeños cortometrajes – algunos infinítamente más chulos que otros. Todos geniales al final.

De mientras, esta semana terminé un rodaje largamente postpuesto:

El spot para la ONG STOP Accidentes llega a su fin con el rodaje de las últimas escenas con la colaboración del galardonado actor vitoriano Karra Elejalde (Ocho apellidos vascos, Tambén la lluvia… para mí siempre será Mortadelo).

Fue un rodaje muy breve, y se comportó de manera muy profesional teniendo en cuenta que no andaba muy bien de salud. Nos reímos, me alagó, comparó mi estatura con la de Clara Lago (eres una claralaguita, me dijo) y se marchó deseándonos a todos lo mejor a su manera.

El spot se podrá ver pronto en los Cinesa a nivel nacional – aquí la ficha del corto en nuestra web. Es un gran paso para mí, profesionalmente… y he de decir que hacía tiempo que no me sentía tan bien de manera personal.

Un saludo, prometo no tardar tanto en escribir la próxima vez.

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Camino a Sitges. Toma 01 – Diario de producción: primera entrada

Por lo que sé, soy un fanático de las historias desde más allá de lo que mis recuerdos alcanzan.

Antes de que mi madre se sentara a mi lado para que aprendiera a leer con los libros de El barco de vapor, mi padre me relataba historias de salamandras vaqueras que vivían aventuras en el lejano oeste y mi hermano me detallaba con emoción todas los cuentos y leyendas de la Tierra Media que acababa de leer. Todas estas historias después se las explicaba a mis amiguitos del cole, quienes (la mayor parte del tiempo) las escuchaban ávidamente.

Claro, una vez pude tener un libro en mis manos me puse a leer a la par que empecé a devorar películas y series. Nada más entrar en secundaria, decidí que mi camino en la vida sería contar historias, de todo tipo: el placer de hacer soñar, sentir y aprender a través de la narrativa es mi droga.

Esta droga la he compartido con mi hermano, Ezequiel (Eze (Tete (Dr. Gordo))) durante muchos años. En cuanto conocemos una historia (o partes de La Historia) que no conocemos, corremos a contárnoslas. Y, de vez en cuando, nos contamos historias de nuestra propia invención. Así fue cómo nació este proyecto, hará casi dos o tres años.

La historia que avanza camino a Sitges.

Hace ya mucho que pretendía que esta historia fuera a Sitges. Pero siempre pasa algo – ahora mismo Vision Factory se retrasa por el rodaje de un spot para cines y el programa Exploradores 3.0 que podéis ver en las FNAC de Barcelona -, y siempre se deja de lado.

Cuando mi hermano y yo retomamos el trabajo en esta historia – a la que llamaremos de aquí en adelante el Proyecto Bruxas, moví a todo mi equipo para ponernos manos a la obra a la par que empezamos a re-imaginar, crear, re-redactar todo aquello que diera una base firme a este proyecto. Pero shit tends to happen.

Hasta el viernes por la noche.

El viernes por la noche, el cineasta Dani Portillo, que ha sido mi director de foto en varios proyectos y me ha dirigido como actor en su último corto, me soltó aquello que necesitaba que me soltaran: nos juntamos para hacer cine, para hacer cortos, y al final nada de nada. Aquella frase, el apoyo de los presentes, algo de alcohol, y un ominoso discurso acerca del destino que no es destino pero que, ey, coño, se ha de aprovechar hicieron que hoy empezara este diario de rodaje.

Porque hoy he comenzado a escribir el borrador.

Un borrador que aún está lejos de ser definitivo, pero que gracias al impulso y el trabajo de todos será la primera baldosa del camino a Sitges.

Proyectos – los buenos por qué de mi desaparición

Hará mañana un mes que no publico absolutamente nada en el web-blog, y es que he estado muy ocupado.

Para empezar me he graduado, ya soy maestro de inglés, cosa que agradezco mucho. Han sido cuatro años muy largos y muy duros – pero ahí estoy, un maestro más sin poder ejercer.

Sin embargo, aunque el mundo de la escolarización no parezca aparecer en mucho tiempo en mi vida (ni yo atendiendo ni ejerciendo como docente), no significa que no pueda seguir utilizando mi profesión como medio educativo además de entretenimiento… Y es que ahora mismo estoy desaparecido por haberme embarcado en cuatro proyectos bien diferentes:

  • El spot cinematográfico: desde hace un mes que ando liado colaborando con la ONG STOP Accidentes en un nuevo spot de prevención de fatalidades en las carreteras. Mi objetivo es tratar de causar el mayor impacto posible en un tipo de anuncio hacia los que, desgraciadamente, la sociedad siente ya empatía cero. ¿Cómo podrán los chicos de VisionFES y STOP Accidentes cambiar este hecho? Ya lo veréis – y en cines -, pues estamos bastante convencidos de que podemos influir un pequeño gran cambio en la sociedad con este proyecto.
  • El guión de espectáculo radiofónico: me enorgullece anunciar que a partir de ahora formo parte del equipo de guionistas bajo las órdenes de Nacho López Echeverría, Cheve: canta-autor, actor de doblaje y creador del programa radiofónico en vivo La última emisora, que lo petará en Madrid. Me uno al mismo Cheve y a otros grandes guionistas en la composición de los nuevos programas – podéis engancharos y escuchar el Piloto aquí.
  • La novela gráfica: dando vueltas de mi cabeza a un cajón, de un cajón a un dossier como proyecto de cortometraje, y de proyecto audiovisual a novela gráfica por fin estoy en la labor de dar vida a mi primera novela gráfica de fantasía C A V I T Y – el primero de tres ensayos sobre la vida desde tres puntos de vista muy, muy diferentes. Para poder hacer tangible a esta idea uno fuerzas con el fantástico ilustrados Oriol Tuca, cuyo trazo digno del Moon Knight de Sienkiewicz podría dar vida fácilmente a cualquier cuento parido por Neil Gaiman… He aquí su blog – ¡espero estar a la altura!
  • El cuento educativo: finalmente, uno fuerzas con el maestro e ilustrador infantil Jere Oner para la elaboración de una serie de cuentos infantiles educativos con la intención de integrar la lengua extranjera (inglés) con el entretenimiento infantil. Podéis visitar su blog aquí, y pronto tendréis más noticias.

Todos estos proyectos, o la mayoría al menos, bajo la firma Vision Factory – mi empresa de medios y entretenimiento multi-plataforma. Dentro de la misma sigo colaborando en todo aquello que se necesite de mí, desde echar una mano construyendo un Iron Man 1/1 a participar como actor en algún que otro metraje.

Aunque este verano estaré algo out, escribiendo y buscando cómo encauzar bien todos estos proyectos, seguiré con las reseñas de todo aquello que necesite reseñarse. Espero poder trabajar una reflexión acerca de Inside Out y de MARVEL’S Ant-Man las próximas semanas, y de empezar una nueva sección con reseñas vintage titulada ENCARECIDAMENTE, donde encarecidamente recomiende pelis y series que me gustan.

Así que ya sabéis, no os abandono: os quiero más que nunca y sigo trabajando para educar, inspirar y entretener.

Sergi

Leyenda – acerca de Sir Christopher Lee

Para ser leyenda debes o estar muerto o ser excesivamente viejo.

Christopher Lee

Sir Christopher Lee formó parte de más leyendas que cualquier actor principal con el que compartiera pantalla. Fue monstruo, padre, detective, doctor, caballero oscuro y villano y siempre, siempre, acabó destacando aun cuando no era aquella su labor.

Cuando mi generación empezó a disfrutar del séptimo arte, Lee se convirtió en el villano referente: sus papeles eran inteligentes, despiadados, nobles y con talento para el mal. Tanto, que cualquiera de nosotros aceptaba pasarse al Lado Oscuro o aliarse con El de Mordor si era él quien nos comandara.

Una vez crecimos y comenzamos a indagar en el pasado de la historia del cine éramos incapaces de creer que ese hombre, tan anciano, tan sabio, había sido parte de todas esas leyendas de las que siempre habíamos oído hablar. Conocer sobre él y su carrera como mago de la interpretación era fascinante.

Dicen que hablar con él a solas durante cinco minutos podía ser más útil que todo un proceso de escolarización. Que tenía tantas historias que contar que podías pasar noches y noches en vela aprendiendo acerca de todo un siglo de anécdotas, encuentros y aventuras. Y lo mejor es que todas aquellas aventuras estaban protagonizadas por él.

Acaba de marchar un hombre capaz de ser leyenda desde el día en que, como contaba, se alistó para defender su patria, mucho antes de envejecer – y que por burlar a la muerte la interpretó dos veces antes de morir.

Gracias por ser parte de todas aquellas historias, y por hacernos ser parte de tu leyenda.

Sergi

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Nueva categoría – On Education

Como muchos de vosotros sabéis, mi profesión prima es el mundo del cine y el audiovisual. Lo que no todo el mundo sabe es que en el fondo, y desde siempre, ha sido la docencia y la educación lo que me ha impulsado a trabajar en el séptimo arte.

Desde siempre he creído que es a través de los medios audiovisuales, sobre todo en referente a la ficción, que se puede alcanzar al mayor número de personas y educarlas o influir en ellas, sin depender de la edad del espectador. Y no sólo hablamos de conocimientos, sino también de cultura y valores, mensajes positivistas y globales, etcétera, etcétera. Ya hablaremos de eso más adelante.

El caso es que en un mes podré confirmar que soy maestro y que mi especialidad es la lengua inglesa, sobre todo centrándome en AICLE o CLIL. De momento estoy haciendo mi último Prácticum en un CEIP de Barcelona y desde la Universidad se me han pedido una serie de reflexiones acerca de la experiencia docente y diferentes artículos sobre educación. Es por eso que inauguro la sección On Education, donde de vez en cuando publicaré  – en inglés, claro está – reflexiones sobre temas del ámbito educativo.

Un saludo, saludete –

Sergi

The trip of a lifetime – Feliz aniversario, Doctor

Hoy se cumplen diez años desde que se emitió Rose, el primer episodio de la nueva era de Doctor Who tras casi veinte años de cese de emisión. Claro, me veo obligado a parar de trabajar para escribir una pequeña postal de aniversario, y es que si Russel T. Davies no hubiera traído de vuelta la serie, yo no sería quien soy ahora ni de lejos.

¿Por qué? Os preguntaréis, ¿tanto le debes? Pues sí.

Como muchos sabréis inicié mi peregrinación por el mundo cinematográfico a partir de los cortometrajes-fan de The No-Nose Dog Project. El mundo imperfecto abrió una nueva etapa en mi vida, la mejor hasta ahora sin duda, y gracias a mi pasión hacia el Doctor he podido encauzar mi carrera profesional con tan solo veintiún años de edad en mi hogar, Vision Factory.

Pero no solo me ha ayudado profesionalmente. Desde que mis buenos amigos Carlos y Eloy empezaron a darme la lata con que viera la serie, para mí tan solo era un programa raro que echaban por la tarde en TV3 – entonces oía cosas como el Doctor, la Rose, el TARDIS, i viatjar per l’espai i el temps sense parpellejar y me parecía que sonaba a polaco (¿se pilla?). Conocer la serie y la filosofía positiva sobre la vida y la especie humana que impartía el Doctor, durante una racha muy, muy fea de mi vida me ayudó a superar muchos problemas y a volver a creer en el cambio, la bondad y las emociones más intrínsecas del hombre.

Gracias a que el Doctor tomó mi mano para correr junto a él las cosas me han ido mucho mejor en mi vida – y es que las historias, como siempre defenderé, son la verdadera cura para el alma.

Y no voy a extenderme mucho más ya que llevo todo el día emocionado y felicitando a una serie de televisión por todas las redes sociales y no sé hasta qué punto se considera cuerdo hacerlo.

Sin embargo, felicitaré a todos los miembros que han pasado por la serie, a los actores y al equipo, en especial a Davies, Eccleston y Piper (por dejarme acompañarles hacia los confines del universo) y agradecer a Álex Oliveres y Rebeca Sánchez, por hacerme sentir niño de diez años al encarnar para mí al 9º Doctor y a Rose. Claro, felicitar a todos los Whovians que hay desperdigados por todo el mundo, y a John Smith, el fan más fan de YouTube, de quien comparto este vídeo tan increíble:

Gracias por hacerme sentir así, Doctor. Eres fantástico. ¡Allons-y y Gerónimo!

Sergi